¿Cómo Saber si un Zapato es de tu Talla?

¿Cuántas veces te has preguntado si un zapato es de tu talla? Cuando le echamos el ojo a unos tacones, a unas deportivas o a cualquier otro tipo de calzado en una tienda, no dudamos en probárnoslo. A pesar de ello, en ocasiones dudamos si necesitamos una talla más, una talla menos o, si por el contrario, es la talla correcta. Porque, ¿a quién no le ha pasado que al comprar unos zapatos de «su talla», luego se ha arrepentido? Roce en los talones, ampollas, zapatos que al andar se salen… ¡Qué incómodo! Ojalá poder volver atrás, ¿verdad? Igual tomaríamos otra decisión. Esto no es posible, pero por suerte, existen diferentes formas de saber si un zapato es de tu talla o no. ¿Quieres conocerlas? No te pierdas lo que te hemos preparado. ¡Ponte cómoda!

¿Cómo saber la talla de tu zapato?

Nuestros pies son como son y, por mucho que deseemos que se adapten a unos zapatos concretos, hay veces que es imposible. No todas las personas pueden llevar unos salones o unas bailarinas con punta redonda. Al final no queda otra, el calzado se tiene que adaptar a la forma de nuestro pie y no al contrario. Pero no pasa nada, hoy en día existen miles de zapatos con los que lucir los mejores outfits. Además, siempre hay algún truquito para adaptarlo; ensanchar la horma, poner algodón en la puntera… ¡Hace un apaño!

No obstante y, como es normal, todos queremos llevar un calzado adecuado. Para ello, serán el ancho y el largo el que nos aseguren el éxito de nuestros zapatos. Por eso, te hemos preparado varios consejos para saber si un zapato es de tu talla. ¡Vamos allá!

1. Probar zapatos en ambos pies

¿Sabías qué ningún lado de nuestro cuerpo es simétrico al otro? Ni siquiera nuestros pies. Este es el motivo por el cual, después de una larga andadura con unos zapatos nuevos, un pie acaba más resentido que otro. Lo mejor cuando vamos a comprar un par de zapatos es que nos los probemos en ambos pies, de pie, con el calzado bien colocado y ajustado y demos unos cuantos pasos. Así sabrás si te rozan o si se te salen al caminar.

2. Pruébate los zapatos con el calcetín que vayas a usar

¿Cuántos pares de calcetines tienes guardados en tu cajón de la ropa interior? Estamos seguros de que muchos; calcetines altos para hacer deporte, calcetines pinkies, calcetines gordos para el invierno, finos, medias… En definitiva, de todo un poco, ¿verdad? En este caso, nuestra recomendación es que cuando vayas con la idea de comprar unas botas o unos deportivos, te los pruebes con los calcetines que llevarás normalmente. Si te los pruebas con un calcetín demasiado gordo, el zapato te podría quedar grande si después te lo vas a poner con uno más fino. Y, si te lo pruebas con una media demasiado fina o sin nada, te podría apretar e incluso crear molestias si luego te pones un calcetín grueso.

3. Probar zapatos a última hora del día, ¿sí o no?

Respuesta afirmativa. La razón es muy simple. Al finalizar el día, los pies están más cargados e hinchados que en la mañana. Probarse los zapatos después de un día de movimiento, trabajo, etc. es genial para no toparnos con un calzado que después nos aprieta y, que sin embargo al probárnoslo a una hora temprana nos quedaba bien.

4. Comprobar distancia en la puntera

¿Cuánto te debe sobrar en un zapato? Se aconseja tocar la puntera y comprobar dónde queda el dedo más largo de nuestro pie, que por lo general suele ser el pulgar, aunque siempre hay excepciones. Lo ideal es que el dedo más largo quede a 0,5 cm del final de la puntera. En hombres, esta distancia debe estar a 1 cm aproximadamente. Así evitaremos que nuestros dedos estén encogidos y sufran dolor con el constante roce. Ah, y no olvides que el dedo meñique no se debe sobre el anular.

5. Fíjate en el ancho del zapato

Si en los laterales del zapato aparecen bultos o «arrugas» es igual a zapato demasiado apretado. Si por el contrario, al flexionar el pie aparecen muchos pliegues, el zapato es demasiado ancho. Hay que buscar otra talla de zapato. Recuerda además, que dependiendo del fabricante, la horma podrá variar a un número mayor o menor.

6. El talón debe quedar asentado

¿Puede haber algo más incómodo que un zapato cerrado a modo «chancleta»? No solo eso, sino que también es peligroso porque nos podemos tropezar. Del mismo modo, si un calzado nos aprieta demasiado, puede llegar incluso a provocarnos problemas circulatorios. Asegúrate de que el talón del pie quede bien sujeto en la trasera pero no demasiado.

¿Cómo medir los pies para saber si un zapato es de tu talla?

Si vas a comprar un zapato de talla grande en nuestra tienda online, te aconsejamos medir tus pies para saber exactamente cuál es tu talla.

1. Ponte unos calcetines que suelas usar habitualmente.
2. Coloca el talón contra la pared y pisa un folio en blanco.
3. Marca en el folio donde termina el dedo más largo.
4. Mide con una regla la distancia entre la pared y la marca del dedo.
5. Suma unos 0’5 o 1 cm más para que tu pie no esté tan ajustado en el zapato y tenga la suficiente dentro del zapato.
6. Repite el mismo proceso en el otro pie. En el caso de tener diferencia, tienes que quedarte con el de mayor longitud.

Con nuestra guía de tallas de zapatos grandes de mujer y guía de tallas de zapatos grandes de hombre será muy complicado que te equivoques.

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